FILIPINAS.- Un fuerte tornado se desvaneció repentinamente, después que varias personas invocaron el nombre de Jesús y oraron con firmeza, para que el ciclón no destruya al pueblo.
El tornado se dirigía directamente hacia el pequeño pueblo, en dirección a la iglesia del lugar. En vez de correr por sus vidas, los creyentes en Cristo optaron por mantener su posición y clamar en voz fuerte, confiados en que Dios haría que el tornado desaparezca.
Los medios locales no han revelado el nombre del lugar, pero muestran un video en un entorno rural, del momento preciso del acontecimiento. Los aldeanos no huyeron cuando se dieron cuenta de que el tornado se dirigía hacia ellos.
Mientras que el tornado se aproximaba, hubo quienes gritaban con fuerza sus oraciones, otros permanecían tranquilos orando con las manos levantadas y otros mencionaban el nombre de Jesús, que es Nombre sobre todo nombre.