Alcalde decide entregarle las llaves del municipio a Dios

“Yo, Jairo Silveira Magalhães, alcalde de Guanambi, designado por Dios, electo por el voto popular para la gestión de 2017-2020, decreto la entrega de la llave de este municipio a Dios. 

GUANAMBI, BRASIL.- En su primer acto tras asumir la alcaldía de la ciudad brasileña de Guanambi, el alcalde electo entregó la llave del municipio a “Dios” y declaró que todos los sectores de su gobierno estarán bajo la tutela del “altísimo”.

“Yo, Jairo Silveira Magalhães, alcalde de Guanambi, designado por Dios, electo por el voto popular para la gestión de 2017-2020, decreto la entrega de la llave de este municipio a Dios.

Declaro que esta ciudad pertenece a Dios y que todos los sectores de la alcaldía estarán bajo la cobertura del ‘altísimo’”, publicó el jerarca en el Diario Oficial como el primer acto de su gobierno.

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Guanambi está situada al noreste de Brasil, en el estado de Bahía, y tiene aproximadamente 86.000 habitantes, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística. Jairo Silveira Magalhães, del Partido Socialista Brasileño (PSB), asumió la alcaldía de la ciudad este 2 de enero.

Ganó las elecciones municipales el pasado octubre, con una coalición política que incluye al Partido de los Trabajadores (PT), de los expresidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, y al Partido Comunista de Brasil (PCdeB).

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En su artículo sobre los derechos fundamentales, la Constitución brasileña determina que “es inviolable la libertad de conciencia y de creencia” y asegura “el libre ejercicio de cultos religiosos”, además de “la protección a los lugares de cultos y a sus liturgias”. Sin embargo, en su primer decreto gubernamental, el nuevo alcalde canceló “todos los pactos realizados con cualquier otro dios o entidades espirituales”.

En referencias bíblicas, Silveira Magalhães declaró también que “las fuerzas espirituales del mal del mundo tenebroso” en Guanambi estarán bajo la tutela del “señor Jesucristo de Nazaret”. “¡Y mi palabra es irrevocable!”, aseveró el alcalde en el documento oficial.

A pesar de insólita, la iniciativa no es inédita en Brasil. En diciembre pasado, Ilma Grisoste Barbosa, alcaldesa de la ciudad de Sapezal, en el estado de Mato Grosso, al centro oeste del país, publicó un decreto con exactamente las mismas palabras. La entonces alcaldesa dijo a la prensa local que no le gustaba el candidato que la derrotó en las elecciones, por lo que decidió entregarle la ciudad a Dios.

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