El país vive una transformación en sus costumbres religiosas y su identidad depende cada vez menos del simbolismo católico
De acuerdo con un reciente informe, en Latinoamérica la iglesia católica ha perdido creyentes en las últimas dos décadas en casi todos los países, mientras la evangélica ha ganado espacio de forma paralela, en especial entre los jóvenes.
Coincidiendo con estos datos, miles de jóvenes colombianos, atraídos por el mensaje y la manera sencillos de cómo se celebran los cultos, se han vinculado a la iglesia evangélica, lo que ha hecho encender las alarmas en la católica.
El Coordinador de logística de la Misión Bautista en Colombia, Karl Wallace, cree que la crisis de valores en la sociedad, sumado a la “rigidez” con que los sacerdotes ofician las misas, ha contribuido a esa migración juvenil.
Wallace coincide en que tanto en Colombia, como en otros países de la región, se está dando un cambio generacional, en el que la juventud se está acercando más a la iglesia evangélica, con el deseo de encontrar respuestas.
Como mejor ejemplo, domingo a domingo, cientos de jóvenes hacen fila en los alrededores de la iglesia “Su presencia” en Bogotá, para asistir al servicio religioso, en un encuentro en el que desde el grupo musical hasta el mensaje, los identifica.
Uno de los responsables de coordinar la entrada de personas al templo calcula que en cada culto asisten cerca de tres mil personas, en su mayoría adolescentes, que “buscan un apoyo espiritual frente a sus necesidades”.
MOTIVOS DEL CAMBIO
“Es impresionante y alentador cómo la juventud se está acercando a Dios con tanta pasión a través de la iglesia evangélica, porque en la católica no han encontrado el ambiente propicio por su rigidez”, dijo el pastor a Notimex.
“Buscan algo que les de valor a su vida frente a problemas como la drogadicción, divorcios de sus padres, incomprensión, matoneo en colegios, etc, con estructuras menos formales y rituales”, agregó el pastor.
Para Wallace, la manera “relajada” y “flexible” con la cual los pastores hablan al auditorio, con un mensaje centrado en los problemas cotidianos, ha cautivado a la juventud, que se acomoda más a ese estilo abierto.
“En muchos de los casos, los jóvenes no encuentran un espíritu de recepción en los sacerdotes católicos, porque el mensaje está dirigido a la población mayor y porque lo que predican implica muchos rezos”, añadió.
Eso lo tienen claro quienes acuden a los cultos evangélicos, quienes aceptan que Colombia vive una transformación en sus costumbres religiosas y su identidad depende cada vez menos del simbolismo católico
