“Me dio vergüenza cantar mi canción y se la di a una chica para que la cantara. Cuando vi que era de bendición a otros, pensé ¿por qué no?”
Por segunda vez en España Egleyda Belliard, una mujer que se atrevió a creerle a Dios porque “esa es su fe”, fue parte de la sexta edición del evento “Concentrados” que se celebra cada año en distintos países de Europa y América. El Hotel Meliá Barajas fue el escenario en el que los días 14, 15 y 16 de noviembre Belliard ministró a un pueblo que se congregó para exaltar el nombre de Dios.
PREGUNTA (Luisanna Doñé). La gente habla, da testimonio de la manera en que ministras sus vidas en tus conciertos… ¿Cuál es la “formula” (por llamarlo de alguna manera) para llegar de esa manera al corazón de las personas?
RESPUESTA (Egleyda Belliard). Es un llamado de parte de Dios, El te escoge, te da los talentos y luego el deseo que tengas de ver a Dios hacer el trabajo y el estar disponible y dispuesto a que El lo haga, es lo que te dará como resultado ver a Dios haciendo cosas sobrenaturales. Porque puede ser que tú quieras hacerlo ¿Pero estás dispuesto a pagar el precio, estás dispuesto a que Dios te use muchas veces teniendo que perder cosas que tu amas, que tú anhelas? Entonces, es una bendición, pero también es un sacrificio muy grande, porque tienes que renunciar a ti y dejar que sea Dios el que te dirija y a veces lo que Dios quiere de ti no es siempre lo que tú deseas.
P. Cantas desde niña, pero en alguna etapa de tu vida, complicaciones respiratorias te impedían hacerlo con total libertad, háblanos un poco de ello.
E. Yo sufría de asma crónica, regularmente los niños sufren de eso cuando, especialmente en climas como este (frío) o en climas húmedos, pero con el paso del tiempo a algunos se les quita, a otros no; yo conozco personas que pasan de os 40, 50 años y su situación es tan crítica que andan con tanques de oxigeno en la espalda. En el caso mío, yo seguía con el asma y a los 11 años yo tenía una especie de silbido, era como si alguien silbaba en mis pulmones, tú no necesitabas ningún aparato para escucharlo, simplemente ponías tu oído en mi espalda y escuchabas el silbido, era como si tuviera perforados los pulmones y Dios hizo un milagro a través de mi abuela, ella oró por mí un día a las tres de la madrugada y desde ahí, nunca más he vuelto a sufrir de asma.
P. Hay una canción, la primera de tu primera producción, y que de manera personal me ministra mucho. ¿Cuándo lo recibiste?
E. Lo primero es que yo no componía, Dios me había sanado, yo tenía unos 20, 21 años y entonces yo le decía al Señor: “Ok me sanaste, le pedí a algunos compositores que me dieran canciones y me dijeron que no: unos podían, otros se tenían que ir de viaje y otros no creían en mi ministerio… y entonces qué voy a cantar si no tengo canciones, qué vas a hacer conmigo” y estábamos en un retiro de jóvenes en la iglesia y el Señor me dijo: pongo algo en tus manos, úsalo, y la primera canción que compuse no fue “Esta es mi fe”, fue la canción “Confía en él”. En mi iglesia hicimos un servicio para amigos y yo pensé que sería bueno cantar algo para amigos, pero no la canté yo, me dio vergüenza cantar mi canción y se la di a una chica para que la cantara y la canción fue de muchísima bendición, así que me dije ¿Por qué no? Y comencé a cantar mis canciones, después compuse “Esta es mi fe”, que fue producto de un testimonio que yo vi en la televisión, de una señora que había perdido a su novio y su empresa y ella decía: “Señor, yo quiero que tú me devuelvas todo esto porque esta es mi fe” y yo dije: aquí hay una canción. Y a las tres de la mañana (es mi horario favorito para pedirle a Dios canciones) Dios me da la canción, basada en la experiencia de Pablo cuando estaba preso (Corintios 8 a partir del verso 4) y habla de la fe en medio de los problemas.
P. ¿Compones tú todas tus canciones?
E. La mayoría, por lo menos en la primera y segunda producción hay dos temas de dos chicos que no son tan conocidos, pero tienen mucho talento: la primera fue un muchacha que se me acercó en la universidad y me dijo: “Yo le di este tema a una persona y no lo quiso cantar y no sé si tu lo quieres cantar” (Esa canción se llama “Cristo” y la otra que me dieron es “Se fueron”), para otras busqué compositores, pero ya en la tercera producción no. Son todas mías.
P. Los músicos y cantantes suelen ser propensos a pasar de la “humildad” a la soberbia o vanidad en el momento en que sus nombres comienzan a ser reconocidos. ¿Qué se debe tener en cuenta para no ser víctima de ese mal?
E. Yo nunca me voy a las ramas, yo me voy a raíz, hay dos razones principales por las que una persona cambia su forma de ser: una, que siempre ha sido así solo que no lo había manifestado y dos, es que las personas con las que te relacionas no te ayuden, puedes buscar otras razones, pero básicamente son esas dos. En mi caso, yo tengo gente a mi alrededor que siempre me mantiene con los pies sobre la tierra, si no es mi esposo, son mis amigos o son mis padres (que aún me regañan como si siguiera en casa “Vimos esto que publicaste en facebook, cuidado…”). Como esto es carne y tú no puedes creerte que porque tienes a Cristo en el corazón ya no vas a caer, la palabra de Dios dice que tenemos que velar para no caer en ninguna tentación y una tentación puede ser el orgullo; entonces tienes que mantener una relación estrecha con Dios para El te ayude en esos momentos de debilidad, porque eso es una debilidad, el orgullo es una debilidad.
P. Si te damos una balanza para pesar la profesionalidad y la espiritualidad en la vida de un cantante, ¿qué harías que pese más?
E. Claro que la espiritualidad, porque lo que tú cambies por dentro se manifiesta por fuera. Cuando un árbol se está dañando no puedes ir por las ramas, tienes que ir por la raíz ¿Qué está pasando? Hay árboles que por más grandes y bonitos que se vean, las raíces están podridas y no permanecen, cuando viene el viento recio se caen.
P. ¿Cómo organizas tu vida familiar con el ministerio?
E. Yo creo que el primer ministerio no es cantar o viajar, el primer ministerio es la familia, por eso siempre le damos prioridad a nuestro hijo, lo que él quiera, lo que él necesita ahí estamos para ayudarlo y lo demás es complementario, porque el ministerio o servirle a la gente es un oficio, pero el primer ministerio que Dios instituyó oficialmente fue la familia, así que le damos mucha prioridad a la familia.
P. Finalmente Egleyda, eres dominicana ¿Qué piensas sobre la situación actual de tu país? La delincuencia, corrupción…
E. Es que no es solo en República Dominicana, cuando tú tienes la oportunidad de ir a otras naciones es como que te calmas un poco, porque te das cuenta de que no solamente es en República Dominicana, pero obviamente me da mucha pena, porque en mi país hay mucha gente emprendedora, entonces el sistema los está empujando a hacer todas esas cosas, sin embargo te puedo decir que en este tiempo es cuan do el evangelio más ha crecido en República Dominicana, por ejemplo yo no veo en otros países la pasión que hay por Dios en nuestro país, el nuestro es un país que cuando ama a Dios se va a cualquier lugar, camina dos, tres horas por llegar a un lugar, entonces sopeso todo eso y me recuerdo que la Biblia dice que donde abunda el pecado, sobreabunda la gracia. Me da pena, pero cada vez que llego a la República Dominicana yo veo el crecimiento del evangelio y creo que en los próximos años, antes de que Cristo venga crecerá más, así que me anima saber que el evangelio está creciendo.